domingo, 18 de septiembre de 2011

What I've Done?! Cap. 4 "Las Drogas."




Hallo.! Primero que nada una suuuuuuuuuuuper disculpa por no actualizar desde hace "años" en serio lo siento. Sé que me odian. ._. Okno, solo espero que la sigan leyendo. Las amo♥ Comenten por fa♥ :D

Capítulo 4. "Las Drogas."

Miradas… Retándonos con los ojos nos encontrábamos Bill y yo. El parecía decepcionado… ¡Ja! Como si me importara. Yo sé que él jamás estará orgulloso de mí.

-Y ahora ¿qué? – Preguntó Tom, fastidiado y harto de las ridículas peleas entre Bill y yo.

-No me dejaba irme, me tenía tomada por el brazo y no me soltaba. – Le acusé con mi hermano. Bill levantó la ceja.
-Tom, (Tn) se está drogando. – Soltó sin más, Tom parecía en shock, sin comprender.
-¿Qué? – Me miró fijamente con el ceño levemente fruncido.
- ¡Eso no es verdad! ¡Te lo dice para joderme! – Mentí.
- ¡Claro que lo es! ¡Si no lo fuera no hubiese sucedido lo de anoche! – Bill gritó.
- ¿Anoche? ¿Qué pasó ayer? – Mierda. Tom comenzaba a sospechar.

Hubo un incómodo silencio en la habitación. Bill y yo nos miramos boquiabiertos, como preguntando al otro que debíamos decir para no meter la pata más de lo que ya lo habíamos hecho.

-Hmmm… ¿Qué? A… ¿A que te refieres, Bill? – Mentí, no quería que Tom se enterara de lo que había pasado ayer noche.
-¡No (tn)! ¡Yo no mentiré! – Gritó, sorprendiéndome y dejándome únicamente con una expresión asustada, o tal vez confundida.
-¿Qué? – Fue lo único que atiné a decir. Solo eso… me quedé demasiado impresionada como para reaccionar a la defensiva.
- Lo que sucede, Tom. Es que anoche, tu querida y dulce hermanita, se acostó conmigo. - ¡¿QUÉ?! ¡Ya me jodí!
-¡¿QUÉ?! – Preguntó Tom. Exaltado. Yo estaba totalmente helada, mirándolo atónita. -¡¿Cómo es posible que te expreses así de tu hermana menor?! ¡Eres el colmo! ¡Ya me cansé de que se la pasen peleando, pero mentir de está manera es sobrepasar el límite, Bill!
-¡No estoy mintiendo! – Bill insistía en seguir con esto… ¿Qué no se daba cuenta que si seguía Tom le voltearía un puñetazo en media cara en cualquier momento? Joder… - ¡Ya me cansé de que siempre le des la razón a ella! Escúchamelo bien, hermano. No estoy mintiendo. ¿Okay? Aunque te cueste creerlo. Anoche, la puta de tu hermana se revolcó conmigo como una cualquiera. – Estaba logrando hacerme enfadar con sus palabras. Yo solo pude reaccionar empuñando mis manos y rechinando los dientes de pura impotencia de no saber que decir.
-¡Eso no es verdad! – Tom negó con la cabeza repetidas veces. - ¡No lo es! ¡Yo lo sé! ¡Me estás mintiendo, Bill!
-¡Claro que no! Si no me crees ahí esta la prueba. – Me señaló con un dedo de forma despectiva, alcé la ceja izquierda para hacerle notar que no le temía, aunque fuera mentira. – Observa nada más como se ha quedado callada para que veas como es que ahora no se le ocurre como mentir. - ¿Ah, no? ¡Eso crees tu, hermanito!
-Me quedé callada porque me sorprende lo capaz que eres para decir tantas mentiras en tan poco tiempo. –Bufé y me crucé de brazos, volteando a ver a Tom. - ¿Le vas a creer a Bill siendo que siempre me está levantando falsos? ¡Es obvio que este es uno más de esos! – Tom no respondió… solo nos miró detenidamente, lo que me puso ligeramente nerviosa.
-¡¿Mentir?! ¡Tú eres la que miente a cada segundo! ¡Tú eres la culpable de todo lo que sucedió ayer noche! – Bill comenzaba a alterarse, era obvio. Alzó la voz a un grado que parecían gritos desesperados y en ocasiones se ponía ambas manos en la cabeza y negaba lentamente lo sucedido… posiblemente le podría dar un infarto, pero agh, ¿qué mas da? - ¡Tú y únicamente tú eres la culpable de que día con día Tom y yo nos alejemos! ¡¿Por qué no puedes ser como tu hermana?! ¡¿Eh?! ¡¡Entiéndelo!! ¡Si tú no hubieras nacido mi vida no sería el infierno que es en estos putos momentos!

Wow. Jamás, en mis 16 años de vida, a pesar de nuestras continuas discusiones y ligeras peleas, me había dicho algo como eso… Sentí algo frío. Algo parecido a un vacío interior.

-Yo… - Iba a decir algo, pero no me lo permitió, volvió a interrumpirme con sus gritos desesperados mientras yo los escuchaba sin poder responder a ninguno de sus alegatos y mientras Tom estaba cruzado de brazos, con el ceño fruncido y escuchando atentamente cualquier mínimo detalle.
-¡Tú nada! ¡Tu eres culpable de todo lo malo que me pasa! ¡Desde que naciste no ha habido más que problemas! ¡¡Ojala y te muer…. – Ahora fue a el a quien no dejaron terminar su frase. Tom interrumpió.
-¡Cállate! ¡Ni te atrevas a decirlo, aunque sea de broma! – Tom me tomó en sus brazos, como queriéndome escudar o algo parecido, yo solo suspiré. - ¡(Tn) no tiene la culpa de que tu seas un malhumorado y mucho menos de todo lo malo que te sucede! ¡Quien tiene la culpa eres únicamente tú, por no pensar bien las cosas!
-¡¿Vez como siempre la defiendes a ella?! – Y seguían los gritos…
-¡¡Tu haces lo mismo con tu hermanita Alison!! Así que mejor no reclames sobre eso, que no tienes ningún derecho al hacerlo.
-¡Al menos Alison no se droga! - ¡Ja! Eso crees tu, Bill. Tom ignoró por complete el comentario de Bill y me miró, con expresión de preocupación.
- Preciosa, dime la verdad, por favor… Tú… ¿Estás consumiendo droga? – Pude notar como casi se le quebraba la voz al pronunciar eso, y más si me lo estaba diciendo a mi. A su pequeña e inocente hermanita.
-¡¿Yo?! – Me hice la indignada. - ¡Claro que no! ¡Para nada! No sé como puedes creer las mentiras de Bill.
-Entonces… No te molestará que revisemos tu cuarto para ver si encontramos algo, ¿Verdad?
-No, para nada. – De todos modos, la droga no estaba en mi habitación, sino entre mis libros que están en el cuarto de Alison y entre mi ropa. No tengo nada en ningún cajón o algo parecido.

Tom me tomó de la mano, como si aún yo fuese una niña pequeña y me encaminó hasta mi habitación. Antes de salir por completo del cuarto de Bill, me giré y le vi a los ojos, guiñándole uno de los míos, lo que ocasiono que hiciera una rabieta y yo riera, divertida por la situación.

Comenzaron a registrar todo mi cuarto, cajones, tocador, armario, librero y obviamente no hallaron nada que no debiera estar ahí. Bill supervisaba cada uno de los movimientos de Tom, intentando, según el, registrarlo con mayor delicadeza. Al no encontrar nada, Bill salió decepcionado y refunfuñando. Tom, totalmente orgulloso de mi, me despeinó y sonrió antes de irse por completo. Eso prácticamente me rompió el corazón. El está confiando en mi y yo le miento… Pero bueno, no puedo hacer nada ya. Lo hecho, hecho está y así se quedará. Lo único que me queda por el momento es prevenir a Alison sobre que Bill está avisado de que en casa se consume aunque sea un tipo de droga, y conociéndole, no estará tranquilo hasta descubrir a alguien haciéndolo. Espere a que Tom y Bill se olvidaran aunque sea un poco del asunto y me aparecí en el cuarto de mi hermana.

-Hey… Alison… Pssst. – Le llamé desde la puerta, mirándola teclear quien sabe que tantas teclas por segundo en su celular, seguramente enviando un mensaje de texto o algo así.
-¿Qué pasa, (tn)?
-El imbécil de Bill le ha dicho a Tom lo que sucedió ayer noche. – Hice una mueca y terminé por entrar completamente a su habitación, cerrando la puerta detrás mió.
-¡¿Qué hizo qué?!
-Shhh… No hables tan fuerte. Y no te preocupes, supe manejar la situación de modo que Tom cree que son solo inventos de Bill. Pero… ¡Hay un problema aún mas grave!
-Joder, ¿Qué eso es posible?... –Suspiró.- ¿Qué ocurrió ahora?
-¿Qué acaso no escuchaste los gritos de tu adorable hermanito, histérico? – Dije con fastidio.
-Si. Pero me dio demasiada flojera pararme a ver que ocurría, además, era más que obvio que ese, era problema entre tu y el.
-Bueno, pues los gritos del adorado era porque descubrió un olor a droga.
-¿Quién? ¿Bill o Tom?
-Bill. – Alison hizo una mueca. Idéntica a la que yo hago cuando estoy disgustada.
-¡Pues ahora si estamos jodidas! Si hubiera sido Tom no habría tanto problema, es demasiado idiota como para descubrirnos. – Bufé.
-¿Te importaría dejar de hablar así de él?
-¡Tú sabes perfectamente que no me agrada! Nuestra relación es tan buena como la que tu llevas con Bill. – Dejó escapar una risita burlona. - Aunque nosotros no hemos follado. ¿Vez? Nosotros nos llevamos peor.
-Cállate. – Refunfuñé.

En la habitación de Bill…

-¿Ves? Te dije que (Tn) no estaba consumiendo nada. – Tom seguía defendiéndome.
- Tom. Escúchame, por dios. Si te lo estoy diciendo es por algo. ¿No crees? – Bill bufó, molesto.
-Eso ya no importa… Ahora, quiero que me digas qué fue exactamente lo que pasó ayer noche. – Bill se tornó tenso, pero no tenía otro remedio más que decir la verdad.
-Hermano, te juro que no recuerdo mucho de lo que ocurrió. Pero puedo casi jurar, que la chica con la que pasé la noche no es otra más que (Tn). Además, su celular estaba en mi cuarto de hotel. – Tom se colocó la mano en la frente y suspiró. Preocupado, al parecer.
-Okey Bill. Tal vez ocurrió lo de anoche. Pero, que no debes echarle toda la culpa a (tn). Para que ocurriera lo que pasó, se necesita de dos personas. No de una. Tu pudiste haber dicho “No” y se acabó.
-Tom, yo estaba ebrio y ella drogada. ¿Cómo querías que pudiera decir algo con coherencia?
-Se supone que tú eres mayor y más responsable. ¿No? Y, por milésima vez. Mi hermana no se droga. Métetelo en la cabeza, joder.
-¿Ah, no? Sigues sin creerme. ¡Genial! Verás que encontraré la forma de demostrarte la verdadera persona que es tu hermana.
-¡Como digas! – Tom se dio la vuelta, molesto y abandonó la habitación.


Vale, debía admitirlo. Había metido la pata muy en serio. Pasaron dos semanas. Dos largas semanas en las cuales Bill no me dirigía la palabra ni lo más mínimo. Alison y yo, al ser ya dependientes, continuamos consumiendo pero cada vez más discretamente y por turnos. Cada que los recuerdos de esa noche invadían mi mente, el recuerdo de su rostro y sus palabras tan sucias que en ese momento me parecían excitantes no me dejaban en paz. Cada que lo recordaba, no podía evitar tomar un cigarrillo y comenzar a fumarlo.

Una noche, en la que pensé que estaba sola en casa. Mis hermanos se habían ido con sus amigos y mi hermana a una fiesta, como ya era de costumbre. Tomé un pequeño cigarrillo que mantuve escondido en mi chaqueta y lo encendí, comencé a darle caladas suaves. Disfrutándole. De la nada, la puerta se abrió de golpe y me topé con el rostro de Bill, con una ceja alzada y una risa irónica. Solté el cigarrillo de golpe y este calló al suelo, apagándose.

-Vaya, vaya. ¡Que te he pillado! Veamos hermanita, acaso… ¿no me habías dicho que no te drogabas? – Se cruzó de brazos y sonrió irónicamente. Joder. ¡Podía considerarme muerta!

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Hasta ahi.!! :D Espero que les siga gustando, otra vez, lo siento. :c Dejenme comments, please.! :D Prometo actualizar más seguido. Las adoro♥